Michael Lindsay & Advisors
La asunción del presidente de los Estados Unidos Joe Biden volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de un recalentamiento en dos frentes: economico y militar, con la Federación Rusa y Beijing.
Aun a pesar de las sorpresas está gestión supera a la de Donald J. Trump y otros republicanos, en crear conflictividades, - un Biden nada pacifista para los ingenuos que lo pensaban - amen de la grave situación economica interna de los Estados Unidos, que ha alcanzado niveles de defícit e inflación los más altos de las últimas décadas, y las divisiones existentes dentro de la sociedad americana. La última etapa del Esplendor Americano fué generado en verdad por la administración del presidente Ronald Reagan - baja inflación y gran creación de empleos -, que hoy la han dilapidado
La entrada de Biden a la Casa Blanca a nivel de las relaciones internacionales no fué nada diplómática dirigiendose al presidente de la Federación Rusa, con términos inapropiados e improcentes.
Luego el querer seducir a Beijing para distanciarlo de Rusia, no dió resultado ya que también puso los ojos sobre el Mar asiático denunciando el rearme de Beijing y el peligro de avance sobre los aliados de los Estado Unidos en Asia.
Las presiones no se limitaron a estas cuestiones, Europa y la OTAN fueron otros objetivos, sabemos que Rusia abastece con gas a Europa y aqui aparecen dos variables la Económica y la Militar: la primera sería desplazar del Nord Stream 2 a Rusia con la crisis energética y el encarecimiento del gas, que se solucionaría si Europa se abre al comercio con los Transportistas de GNL de Estados Unidos que desplazarían a Rusia y llevarían el gas más barato.
La segunda sería desconectar a Rusia del SWIFT, un Sistema de Pagos Rápidos que generaría una grave pérdida y deficit a dicho país. La Tercera y que se está cumpliendo no permitir la aprobación a nivel mundial de la Vacuna Sputnik V para el combate contra el Covid 19, de hecho y Estados Unidos, Europa y países satélites así lo hacen. Una muestra de la rusofobia y el no dejar que Rusia entre la competencia para solucionar con sus vacunas el grave problema de la Pandemia.
El plano militar no es menos complejo, se pensaría en instalar bases de Misiles de Alcance Intermedio a lo largo de la frontera de Europa con Rusia y extender la presencia de nuevas bases de la OTAN, en Polonia, Rumania, países bálticos y posiblemente Ucrania.
Además similar a las crisis de 1991 generar dentro de Rusia una especie de revolución Naranja y provocar crisis y fraccionamientos dentro de la Federación.
El Tiempo dirá y veremos o no si advienen soluciones diplomáticas a tan graves cuestiones.
