ARGENTINA
La Reformulación del Discurso y las Prácticas Educativas.
Las promesas incumplidas de la Democracia (Norberto Bobbio)
Primera Parte
Nuestra propuesta de trabajo apunta a reflexionar acerca de la necesidad que
tenemos en el sistema educativo – medio y universitario- y en el ámbito de prácticas en el
mismo de ir trabajando sobre algunas líneas de reformulación del discurso utilizado en los
espacios educativos y las categorías a analizar de las prácticas educativas que denotan la
impronta de falta de democratización y por ende la necesidad de democratizar dicho
espacio.
tenemos en el sistema educativo – medio y universitario- y en el ámbito de prácticas en el
mismo de ir trabajando sobre algunas líneas de reformulación del discurso utilizado en los
espacios educativos y las categorías a analizar de las prácticas educativas que denotan la
impronta de falta de democratización y por ende la necesidad de democratizar dicho
espacio.
El discurso y las prácticas educativas están marcadas por categorías que denotan la
presencia de los elementos autoritarios que aun subyacen en nuestra educación:
si tomamos el sistema de enseñanza media es muy común la utilización de: regente,
director, supervisor, jefatura, jefe, inspección, subordinación, subordinados, jerarquización,
superioridad, etc., en la Educación Superior podemos leer y escuchar el uso de categorías
como: consejo superior, directivo, consejero, claustros, auxiliares y no auxiliares, jefe de
cátedra, etc.- los que se dicen plantear reformas y denostar contra el Medioevo, siguen hablando de Claustros, contradicción flagrante, palabra que es del acerbo monástico y no universitario- ( Regla de San Benito)
El aparato de control de la Administración Burocrática Autoritario sigue vigente en más de 30 años y solo con atisbos tecnocraticos de pretendidas frustradas reformas que han perjudicado a generaciones de jovenes estudiantes. El aparato burocrático nunca ha sido desmantelado, pasan los gobiernos y los tecnocratas quedan, lo que se podria denominar el Poder Tecnocrático en desmedro del Ser y del Sujeto Emancipado.
presencia de los elementos autoritarios que aun subyacen en nuestra educación:
si tomamos el sistema de enseñanza media es muy común la utilización de: regente,
director, supervisor, jefatura, jefe, inspección, subordinación, subordinados, jerarquización,
superioridad, etc., en la Educación Superior podemos leer y escuchar el uso de categorías
como: consejo superior, directivo, consejero, claustros, auxiliares y no auxiliares, jefe de
cátedra, etc.- los que se dicen plantear reformas y denostar contra el Medioevo, siguen hablando de Claustros, contradicción flagrante, palabra que es del acerbo monástico y no universitario- ( Regla de San Benito)
El aparato de control de la Administración Burocrática Autoritario sigue vigente en más de 30 años y solo con atisbos tecnocraticos de pretendidas frustradas reformas que han perjudicado a generaciones de jovenes estudiantes. El aparato burocrático nunca ha sido desmantelado, pasan los gobiernos y los tecnocratas quedan, lo que se podria denominar el Poder Tecnocrático en desmedro del Ser y del Sujeto Emancipado.
El desmontaje de estos discursos y estas prácticas es una
de las promesas incumplidas de la democracia (Bobbio) en la Argentina, que ya lleva sus más de
treinta años, y que tiene pendientes estás cuestiones no menores, de la política
educativa en nuestro país.
Existe toda una microfísica del poder dentro de las instituciones, y en particular en la
educativa, como forma y cuerpo de ejercicio del poder expresado en el sistema educativo a
través de la jerarquización del mismo sistema, categoría que indica ejercicio claro del poder
y la existencia de una peligrosa dialéctica entre los “superiores” y los otros. (1)
de las promesas incumplidas de la democracia (Bobbio) en la Argentina, que ya lleva sus más de
treinta años, y que tiene pendientes estás cuestiones no menores, de la política
educativa en nuestro país.
Existe toda una microfísica del poder dentro de las instituciones, y en particular en la
educativa, como forma y cuerpo de ejercicio del poder expresado en el sistema educativo a
través de la jerarquización del mismo sistema, categoría que indica ejercicio claro del poder
y la existencia de una peligrosa dialéctica entre los “superiores” y los otros. (1)
(1)FOUCAULT, Michel. Microfísica del poder. Ed. La Piqueta. Bs.As. 1987
Estas prácticas recrean la dialéctica del poder autoritario entre
"los que saben" – los que poseen el poder y las llaves para abrir las puertas del poder – y los
" a los que hay que enseñar" – que si quieren permanecer dentro del sistema se deben subordinar a dicho
poder -.
Peligrosamente estas prácticas sociales se han
“sacralizado” en el sistema educativo argentino. (2)
Los discursos y las prácticas de ejercicio del poder dentro del sistema educativo tienen las
características de toda institución de disciplinamiento social, a saber:
1. La existencia de una estructura organizacional
jerárquica dada como natural.
2. Una morfología institucional donde están presentes
las prácticas de mando y subordinación.
3. La presencia de elementos estamentales que marcan
diferencias de clase y de posición dentro de la
estructura educativa.
4. La existencia de una estructura poco flexible y de continuo disciplinamiento social-
. 5. La presencia de un discurso anacrónico.
6. La lentitud en llevar a cabo transformaciones en el
sistema o bien directamente un conservadurismo
opuesto a toda transformación o perspectiva de
cambio.
7. La inviolabilidad de dicha estructura institucional en
su composición orgánica.
"los que saben" – los que poseen el poder y las llaves para abrir las puertas del poder – y los
" a los que hay que enseñar" – que si quieren permanecer dentro del sistema se deben subordinar a dicho
poder -.
Peligrosamente estas prácticas sociales se han
“sacralizado” en el sistema educativo argentino. (2)
Los discursos y las prácticas de ejercicio del poder dentro del sistema educativo tienen las
características de toda institución de disciplinamiento social, a saber:
1. La existencia de una estructura organizacional
jerárquica dada como natural.
2. Una morfología institucional donde están presentes
las prácticas de mando y subordinación.
3. La presencia de elementos estamentales que marcan
diferencias de clase y de posición dentro de la
estructura educativa.
4. La existencia de una estructura poco flexible y de continuo disciplinamiento social-
. 5. La presencia de un discurso anacrónico.
6. La lentitud en llevar a cabo transformaciones en el
sistema o bien directamente un conservadurismo
opuesto a toda transformación o perspectiva de
cambio.
7. La inviolabilidad de dicha estructura institucional en
su composición orgánica.
(2) ELIADE, Mircea. Lo sacro y lo profano. Ed. Península, Barcelona, 1994.
8. La naturalidad de la existencia de una estructura
vertical, jerárquica y de superioridad.
9. Se torna indiscutible la presencia de categorías y
roles a ser cumplidos dentro de la pirámide
jerárquica.
10. La existencia de normas a cumplir y de sanciones
para que aquellos que no cumplen o intenten
transgredir las normas institucionales.
11. Una pirámide institucional, organizacional vertical
y jerárquica que está dado como natural a lo largo
del tiempo y que se perpetua en el mismo.
12. La falta de renovación y democratización de la
prácticas diarias del sistema educativo y su
estructura institucional.
13. La falsa creencia de creer de que porque existe
sistema democrático y republicano a nivel nacional
eso se plasma automáticamente en la estructura
educativa.
14. La negación u ocultamiento de los profundos
conflictos existentes dentro del sistema educativo.
vertical, jerárquica y de superioridad.
9. Se torna indiscutible la presencia de categorías y
roles a ser cumplidos dentro de la pirámide
jerárquica.
10. La existencia de normas a cumplir y de sanciones
para que aquellos que no cumplen o intenten
transgredir las normas institucionales.
11. Una pirámide institucional, organizacional vertical
y jerárquica que está dado como natural a lo largo
del tiempo y que se perpetua en el mismo.
12. La falta de renovación y democratización de la
prácticas diarias del sistema educativo y su
estructura institucional.
13. La falsa creencia de creer de que porque existe
sistema democrático y republicano a nivel nacional
eso se plasma automáticamente en la estructura
educativa.
14. La negación u ocultamiento de los profundos
conflictos existentes dentro del sistema educativo.
La articulación de las diferentes prácticas y discursos afianzan y consolidan las diferentes
cuestiones en donde se enmascaran el uso de categorías de Poder aún bajo las máscaras de
miradas democráticas y de un aparente participación, que termina por ser una participación
no real sino meramente simbólica.
cuestiones en donde se enmascaran el uso de categorías de Poder aún bajo las máscaras de
miradas democráticas y de un aparente participación, que termina por ser una participación
no real sino meramente simbólica.
La dicotomía democracia-autoritarismo se quiere
mostrar como superada dentro del sistema educativo, cuando dialécticamente sigue sin
resolver y peor aún, la disputa o el conflicto está saldado a favor de las prácticas
autoritarias, pseudoparticipativas, y “naturalmente” jerarquizadas.
Es alarmante que después de décadas de democracia
política no existe una auténtica democracia educativa.
El qué hacer? educativo, aulas y claustros siguen siendo verdaderamente “feudos”
prácticamente a cinco siglos del fin del sistema feudal.
mostrar como superada dentro del sistema educativo, cuando dialécticamente sigue sin
resolver y peor aún, la disputa o el conflicto está saldado a favor de las prácticas
autoritarias, pseudoparticipativas, y “naturalmente” jerarquizadas.
Es alarmante que después de décadas de democracia
política no existe una auténtica democracia educativa.
El qué hacer? educativo, aulas y claustros siguen siendo verdaderamente “feudos”
prácticamente a cinco siglos del fin del sistema feudal.
Este nuevo feudalismo educativo se ampara detrás de un
pretendido Iluminismo cientificista y de la consagración “dogmática” de lo que denominan: la Academia - dividiendo los campos entre pretendidos saberes de los que "saben" y los que "no saben", y con la iluminación de reformas que en definitiva para que nada se reforme o cambie. -
pretendido Iluminismo cientificista y de la consagración “dogmática” de lo que denominan: la Academia - dividiendo los campos entre pretendidos saberes de los que "saben" y los que "no saben", y con la iluminación de reformas que en definitiva para que nada se reforme o cambie. -
Si no sé da el salto cualitativo al decir de Gramsci, de recrear sujetos emancipados frente a
los sujetos de hegemonía que sigue dando nuestro sistema educativo, nos quedaremos en la
oscuridad de la ignorancia y la dominación y en la quimera de la democracia y de la
igualdad social. (3)
los sujetos de hegemonía que sigue dando nuestro sistema educativo, nos quedaremos en la
oscuridad de la ignorancia y la dominación y en la quimera de la democracia y de la
igualdad social. (3)
La democratización de los discursos y prácticas educativas siguen siendo una tarea
pendiente en nuestro sistema educativo, el uso de categorías que recuerdan más al “Ancien
Regime” que al nuevo orden democrático y social: Jefatura, jerarquía, jefes, claustros,
supervisión, etc.
pendiente en nuestro sistema educativo, el uso de categorías que recuerdan más al “Ancien
Regime” que al nuevo orden democrático y social: Jefatura, jerarquía, jefes, claustros,
supervisión, etc.
La naturalización de los discursos y las prácticas
educativas se han incorporado tanto a los tecnócratas como a todos los actores sociales que
interactúan en el sistema educativo.
La falta de pensamiento crítico y de real
cuestionamiento a dichas prácticas debe ser un problema real a resolver por todos los
involucrados en dicho sistema.
educativas se han incorporado tanto a los tecnócratas como a todos los actores sociales que
interactúan en el sistema educativo.
La falta de pensamiento crítico y de real
cuestionamiento a dichas prácticas debe ser un problema real a resolver por todos los
involucrados en dicho sistema.
Continuará.
Prof. Mg. Eduardo Luis Moggia