Contexto Mundial Latinoamericano y Argentina. Apuntes para pensar Competencias en América Latina
Marzo, 2020
Por Silvana Inés Lado
Prof. Titular Cátedra de Sociología. Facultad de Psicología
Prof. Adjunta Cátedra de Problemas Sociales Latinoamericanos. Facultad de Psicología
Prof. Adjunta Cátedra de Sociología. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
IPSIBAT- Instituto de Psicología Básica, Aplicada y Tecnología UNMDP- CONICET
Prof. Adjunta Cátedra de Problemas Sociales Latinoamericanos. Facultad de Psicología
Prof. Adjunta Cátedra de Sociología. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
IPSIBAT- Instituto de Psicología Básica, Aplicada y Tecnología UNMDP- CONICET
INTRODUCCION
En las ciencias sociales,
el análisis de la génesis y conformación de la estructura social
latinoamericana y argentina en sus dimensiones internacional,
nacional y local, es atravesado por el debate de las teorías
interpretativas sobre las posibilidades de desarrollo: las teorías
de la modernización o desarrollo que interpretan los procesos como
etapas necesarias por los que los países deben pasar y que toman
como modelo y sociedad de llegada la sociedad norteamericana
triunfante de posguerra, y las teorías que lo interpretan desde
América Latina, teorías que son conocidas como cepalinas y teorías
dependentistas.
Las interpretaciones
teóricas de la CEPAL y su posterior derivación, la teoría de la
dependencia, sostienen que el desarrollo de los países centrales ha
sido posible por la relación de apropiación, expoliación y
explotación de recursos de las sociedades colonizadas, y como
contracara, el subdesarrollo de estos países. Desarrollo y
subdesarrollo serían así dos caras de la misma moneda, donde los
condicionamientos económicos y políticos impuestos por las
potencias hegemónicas posibilitó el desarrollo de los países
centrales y la dependencia (trasladando las contradicciones propias
del modo de producción de los países centrales) de los países
periféricos.
En la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y como parte
del área Socioantropológica de la currícula de la carrera, se
ofrece la asignatura Problemas Sociales Latinoamericanos en la que se
analizan los contextos históricos y sociales de América Latina y de
Argentina.
En ese marco hemos
desarrollado algunas reflexiones y proponemos algunos marcos
conceptuales, herramientas teórico-metodológicas y posiciones
críticas que se constituyen en claves de abordaje de lo social para
interpretar, analizar y comprender los problemas nodales
contemporáneos, latinoamericanos y argentinos, e interpretar la
estrecha relación existente entre los fenómenos estructurales y la
vida cotidiana, entre biografía e historia, entre lo social y la
construcción de subjetividad.
La propuesta
está articulada en torno a dos ejes: un Eje
Socio-Histórico (o transversal) y otro Eje
de Problemáticas (o analítico). El primero,
nos sitúa en la dimensión espacio-temporal y nos da el marco de
interpretación necesario para el desarrollo del segundo eje. El
segundo, nos permitirá analizar las problemáticas específicas y
reflexionar acerca de la complejidad de la contemporaneidad.
Desarrollo,
reproducción y problemáticas
En el Eje Sociohistórico
se desarrolla y analiza la Génesis y Conformación de la Estructura
Social Latinoamericana y Argentina desde tres niveles: internacional,
nacional y local, “las formas que adquirió esta relación en los
diferentes momentos históricos. […] el rol del estado nacional, el
papel de las inversiones externas e internas en la configuración
espacio-territorial y los modelos de acumulación, en relación con
la estructura social […], los conflictos subyacentes en cada modelo
y la nueva cuestión social.”2
Proponemos
para este eje dos conceptos centrales para su análisis y comprensión
que suponemos orientan la discusión y le dan sentido a la vez que
permiten articular los niveles internacional, nacional y local: el
concepto de Desarrollo y el concepto de Reproducción.
El concepto
de Desarrollo, como
“concepto límite” unificador de problemáticas en el pensamiento
teórico latinoamericano, ha atravesado a las diferentes propuestas
que, desde América Latina, presentaban una alternativa al modelo
hegemónico. 3
Así, tanto desde los planteos de la CEPAL, como desde los teóricos
de la dependencia y los posteriores desarrollos de Sunkel y Sunkel y
Gligo 4
encontramos las referencias que nos permiten,
mediante una reflexividad crítica, comprender cómo las diferentes
interpretaciones tienen implicancias concretas en las prácticas de
los tomadores de decisión que forman parte de la estatalidad, en la
construcción de proyectos políticos y en las posibilidades de
resistencia de diferentes sectores de la población. En este sentido,
el concepto constituye una herramienta imprescindible para el
abordaje de las problemáticas, fundamentalmente el análisis de las
políticas sociales y de movimientos sociales, pero también
inherente a la construcción de la ciudadanía y a la incorporación
de los derechos ambientales como parte de los derechos sociales.
El otro
concepto que nos permite articular las diferentes problemáticas es
el concepto de reproducción.
Llamamos reproducción
al proceso de producción visto como proceso
continuo que genera no sólo productos para el consumo, sino también
crea las condiciones de un nuevo proceso productivo, concepto
que a la vez es central en el abordaje de los modelos de acumulación.
La reproducción
no debe entenderse como reproducción física ya que al producir una
comunidad produce y se reproduce como comunidad. Los cambios en la
forma de producir modifican la estructura de la sociedad y su
expresión espacial ya que la propia producción tiene como resultado
el cambio5.
Este concepto nos permite abordar también el proceso de Reproducción
de la Fuerza de Trabajo (RFT)
como conjunto articulado de procesos sociales destinados a producir y
reproducir fuerza de trabajo para el capital, cuestión que puede ser
analizada desde tanto desde el punto de vista del capital como desde
el punto de vista de la unidad familiar6.
Este desarrollo nos permite tener las herramientas conceptuales
necesarias para analizar las problemáticas que se desprenden del Eje
Sociohistórico: La Cuestión Social en Argentina y América Latina;
Estatalidad y Políticas Sociales; Movimientos Sociales, Construcción
de la Ciudadanía y Democracia; Sustentabilidad, Medio Ambiente, y
Derechos Sociales.
Por ejemplo,
el grado de mercantilización del costo de RFT
es importante porque nos da la pauta del grado de posibilidades de
sustitución entre bienes mercancías y valores de uso producidos con
trabajo doméstico como medio de mantener los niveles de consumo
cuando disminuye el salario real (atraviesa las problemáticas
Movimientos Sociales; Ciudadanía y Derechos Sociales). También es
importante la intervención que asume el Estado para tomar a su cargo
los costos de RFT que
no son sufragados directamente por el capital (grado de desarrollo de
la gestión social que se está en directa relación con la
problemática de Estado y de Políticas Sociales). Por ejemplo, el
aumento o disminución del gasto social está en relación directa a
la incidencia del Estado y la gestión de lo público en el nivel de
vida de los trabajadores: qué proporción del salario indirecto es
sufragada por los trabajadores a través de impuestos regresivos.
Con respecto
a la importancia en el estudio de las condiciones de vida de los
diferentes estratos sociales, podemos decir que, en una sociedad
concreta, definida por la articulación de diferentes modos de
producción, tiene lugar un conjunto de procesos que atañen en mayor
o menor medida a cada una de las clases sociales. Y dentro de ese
conjunto de procesos sociales es necesario discriminar los procesos
cuya producción y reproducción constituyen el determinante
principal de los comportamientos de los agentes de cada clase, por
ejemplo, el proceso de acumulación respecto a la clase capitalista
(y apropiación del excedente social) y el proceso de explotación
respecto de la clase obrera.
América
latina, capitalismo dependiente y modelos de acumulación
I. El
establecimiento de vínculos internacionales desde la colonización
se relaciona con las luchas políticas, posicionamientos y tomas de
posición que atravesaron y atraviesan las posibilidades de
desarrollo de América Latina. La interpretación sobre esta relación
ha sido fuente de diversos debates en las ciencias sociales
(diferencia entre las teorías desarrollistas, cepalinas y de la
dependencia y posicionamiento de la cátedra dentro de la teoría de
la dependencia). Esta cuestión nos permite analizar “la
particular forma en que los países de la región se insertaron en el
desarrollo capitalista mundial: como tributarios de centros
hegemónicos cuya función primordial fue succionar gran parte de las
producciones nacionales en pro de su propio crecimiento y desarrollo”
(Pacenza, 2002). Es
decir, la ubicación de los países de América Latina dentro del
modo de producción capitalista dependiente y
con diferente tipo de articulación de acuerdo con las
características que asume el modo de producción capitalista en cada
una de sus etapas: desde la acumulación originaria de capital hasta
el capitalismo oligopólico tecno-industrial en su nueva etapa de
organización trasnacional. En esta clave se lee por un lado, el
proceso de colonización y la relación colonia-metrópolis
(precapitalismo y capitalismo comercial); los factores y condiciones
que posibilitaron el paso de la hegemonía española a la hegemonía
inglesa (capitalismo industrial, relación neocolonial, nueva
división internacional de trabajo, imperialismo); la emergencia de
EEUU, Alemania y Japón como nuevas potencias; el ascenso de Estados
Unidos como potencia hegemónica; el mundo bipolar; el mundo global,
y por el otro, las diferentes estrategias implementadas en los países
de la región y particularmente en Argentina como formas de
garantizar la acumulación para el capital (modelos de acumulación).
En el caso argentino, vinculamos específicamente los
condicionamientos internacionales con la Argentina criolla; el modelo
agro-exportador; el modelo sustitutivo de importaciones en sus dos
versiones (justicialista y desarrollista); el aperturismo y las
consecuencias del neoliberalismo de los ´907.
El análisis
de los diferentes modelos de acumulación, entendidos como
estrategias que garantizan la acumulación para el capital, y sus
efectos sobre la estructura social argentina, nos permiten
aproximarnos a la nueva cuestión social que, como profundización de
los efectos del modelo aperturista, emerge en los ´90 de la mano del
neoliberalismo.
II. En esta
línea, Maristella Svampa (2005), interpreta los obstáculos al
desarrollo como parte intrínseca del capitalismo resultado de la
relación asimétrica entre países centrales y periféricos. La
entrada en una nueva etapa de acumulación de capital produjo
transformaciones en las formas de organización social y la
reestructuración de relaciones sociales dentro de una dinámica de
integración/exclusión. La nueva articulación entre lo económico y
lo político fue generando un grado de dependencia impensable incluso
para los teóricos de la dependencia. En América Latina se produce
el desmantelamiento del Estado Social en su versión nacional
popular, estado que intentaba producir cohesión social. El modelo
neoliberal inicia reformas estructurales de la mano de un nuevo
modelo de dominación política cuya consecuencias se manifiestan en
la mutación económica, social y política; reconfiguración de la
sociedad; dislocación y transformaciones en todas las clases
sociales (consecuencias que analiza en profundidad a partir de dos
dimensiones –la socialización y la sociabilidad- en los capítulos
4,5 y 6 de la segunda parte de su libro La Sociedad Excluyente, para
de esta manera adentrarse en el análisis de la relación dialéctica
entre estructura y prácticas sociales). Resumiendo: lo que
caracteriza a esta fase de gran mutación es la polarización y la
fragmentación social, la preeminencia de lo económico sobre lo
político, el delineamiento de una sociedad de exclusión.
Como ya
expusiéramos en otro lugar8,
en un contexto de crisis del capitalismo y de los movimientos y
alternativas al sistema (crisis de los ´70, caída del Welfare
State, cambio de la matriz estadocéntrica, crisis de los socialismos
reales y caída del muro de Berlín), la reorganización de las
formas de poder político, dominación y explotación produjeron una
reestructuración, en la experiencia social, en todas las áreas de
la vida. Nuestro país no escapa a estas tendencias globales en las
que la embestida del capital financiero desemboca en hiperinflación
de fines de los ´80.
Si bien en
los países centrales esta entrada en una nueva etapa de acumulación
del capital produjo modificaciones en la organización política y
social, las mismas no fueron tan abruptas y drásticas como las que
se produjeron en los países periféricos donde se dio un
desmembramiento total del llamado Estado de Bienestar o Estado
Social. En los países capitalistas dependientes la tendencia fue
hacia el brusco desmembramiento de la matriz estado- céntrica,
produciendo un “desguace radical del Estado
social en su versión `nacional-popular`, (Svampa
M. , 2005, pág. 9) derivando
en lo que en la bibliografía especializada se reconoce como: “el
estado de malestar”.
“los
cambios fueron reflejando rápidamente la configuración de un nuevo
“campo de fuerzas societal”,
noción que tomamos de Edward Thompson (1986), y que designa menos
una estructura ya consolidada que un proceso atravesado por dos
grandes tendencias, suerte de
polos magnéticos que
arrastran de manera irresistible a los diferentes grupos sociales
hacia uno u otro extremo,
hacia la adquisición de posiciones ventajosas o hacia la
descalificación social.
En el lenguaje de los actores sociales, hacia la “salvación” o
hacia la “caída”. (…) lejos de constituir un movimiento
pasajero, la doble dinámica de polarización
y
fragmentación
fue moldeando los contornos más duraderos de un nuevo país, de una
sociedad
excluyente,
estructurada sobre la base de la cristalización de las desigualdades
tanto económicas como sociales y culturales.”9
En
Argentina, las consecuencias más visibles fueron: la preeminencia
del campo económico sobre el campo político; un nuevo modelo de
gestión que influyó en la concepción sobre la reestructuración
del estado; la reforma del Estado caracterizada por el
patrimonialismo o
pérdida de la autonomía relativa del Estado a partir de las
privatizaciones, asistencialismo,
como estrategia de contención de los “nuevos pobres” que
producía el modelo y, por último, represión
institucional, como estrategia de control
de la nueva cuestión social y como manera de “resolver” el
conflicto social; como un aspecto derivado de lo anterior, un fuerte
disciplinamiento social,
sustentado en el creciente desempleo, la flexibilización y
precariedad laboral; y, por último, una creciente
descolectivización,
desmovilización de amplios sectores de la población.
Visión
estratégica para América Latina
Uno de los
científicos sociales que más se ha preocupado por desentrañar,
desde una inscripción cepalina y dependentista, las condiciones de
desarrollo de América Latina es Osvaldo Sunkel. En su artículo “En
busca del desarrollo perdido” (Sunkel O. ,
2007), analiza como
totalidad dialéctica, es decir recuperando la perspectiva histórica
en sus dimensiones sincrónica y diacrónica, el auge del
neoliberalismo y la globalización y sus consecuencias para las
posibilidades de desarrollo de los países de la región. Ubica dicho
auge a partir del agotamiento de la producción capitalista basada en
energía barata (crisis del petróleo en los ’70) con consecuencias
para América Latina que supusieron el agravamiento de los
desequilibrios socioeconómicos, sociales y políticos, y la
desaparición a partir de los ’80 del ciclo estatista o matriz
estadocéntrica con la consecuente emergencia de una matriz
mercadocéntrica, la pérdida de perspectivas e interés sobre
desarrollo socioeconómico a largo plazo, la emergencia de un
discurso único (neoliberal), la jibarización del Estado y la
globalización como nueva fase de “aceleración
y ampliación del proceso secular de expansión del capitalismo”.
En esta
nueva fase el autor identifica dos dimensiones de análisis: la
extensiva (o territorial de incorporación de nuevas geografías a la
economía de mercado) y la intensiva (o de intensificación del
traspaso de producción de bienes y servicios de la esfera pública a
la privada y de mercado, colonizando otras esferas de la vida
social). Asimismo, nos advierte sobre el carácter dialéctico de la
globalización en la que cada proceso genera su contrario en un doble
movimiento de expansión del desarrollo y destructor y desplazador en
lo social, por lo que habría que recuperar rápidamente el rol del
Estado.
El
desarrollo capitalista incluye a algunos dentro de actividades
socioeconómicas modernas al tiempo que convive con la marginación y
exclusión de otros sectores: mientras que la pobreza y la exclusión
forman parte de una globalización económica desigual y heterogénea,
la penetración cultural logra integrar simbólicamente a todos a
partir de la globalización comunicacional generando un profundo
contraste entre la apelación simbólica y la posibilidad de
apropiación real. El crecimiento económico sin desarrollo social
produce un deterioro en la calidad de vida de amplios sectores
generando gran conflictividad social y política, constituyéndose en
una amenaza para la democracia y la gobernabilidad (protestas
sociales y conductas individuales y colectivas antisistémicas como
el narcotráfico, drogadicción, violencia, corrupción).
El autor
señala cuatro características centrales de esta etapa: un mayor
crecimiento económico; debilidad institucional pública;
inestabilidad financiera y menor distribución del ingreso. Frente a
esto aparecen dos posiciones contrapuestas, una que propone la
profundización de la política económica neoliberal y otra crítica
del neoliberalismo, pero ambas centradas en un debate a-histórico
sobre la relación Estado-Mercado. Sugiere el desarrollo de una
visión crítica que tenga en consideración 1) que la fase actual
del capitalismo tiene una temporalidad histórica de carácter
cíclico y dialéctico en la cual hay diferencias sustanciales en sus
manifestaciones entre los países centrales y periféricos; y 2) el
reconocimiento de que en la fase histórica actual tanto las
condiciones objetivas como las subjetivas tiendan al fortalecimiento
de la democracia, la economía capitalista y el mercado, no implica
que haya una sola y determinada expresión (la anglosajona) capaz de
implementarla por lo que es necesario explorar alternativas que, aún
reconociendo las orientaciones generales, se adecuen mejor a las
condiciones histórico-sociales de los países de América Latina.
Esta visión
crítica nos permite ver que la disyuntiva que plantea la
globalización no es la cuestión de la relación Estado-nación/
estado-mercado sino la continuidad o no de sociedades nacionales
estructuradas bajo la forma de estados de bienestar y desarrollistas
que se plantearon como alternativa tanto frente al capitalismo
salvaje como frente a los socialismos (o capitalismos de Estado). Por
lo tanto, la opción sería la recuperación de la política para
plantear nuevos equilibrios en la relación Estado/mercado en un
contexto de globalización.
Como
propuesta para enfrentar esa tarea propone una visión de conjunto,
visión estratégica que partiendo del análisis de dos dimensiones
fundamentales -la del Estado nacional y la de la ciudadanía-
componga una visión de conjunto que refleje (y a la vez construya)
los anhelos de la sociedad civil. En la primera dimensión sostiene
que, si bien es impensable recuperar el porcentaje del producto que
manejaba el estado durante la implementación de su versión estado
de bienestar, la reforma del estado debe comprender una nueva
institucionalidad que regule y promueva el desarrollo social. De
manera complementaria, en la dimensión de la ciudadanía propone el
fortalecimiento de una institucionalidad participativa que involucra
un profundo cambio cultural. Ambas dimensiones implican pensar un
Estado y un mercado al servicio de la sociedad civil.
Es munidos
de estas conceptualizaciones y tomas de posición que nos abocamos en
la asignatura a desarrollar las problemáticas descriptas más
arriba. Para ello comenzamos con el estudio de las diferentes
metamorfosis del capitalismo, sus formas de organización de la
relación capital/trabajo a nivel internacional y sus consecuencias
en los países latinoamericanos considerando las maneras en que en
diferentes momentos se ha intentado dar respuesta a las cuestiones
que estas metamorfosis plantean desde el rol del estado, la gestión
de la cuestión social, las expresiones de la ciudadanía y la lucha
por la habilitación de derechos. Esta introducción forma parte de
la meseta de conocimientos necesarios para el desarrollo de los temas
que abordamos y debatimos con los estudiantes durante la cursada de
la asignatura.
b)Referencias
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(Vol. III). México: Siglo XXI Editores.
1
Profesora Titular Cátedra de
Sociología – Profesora Adjunta de Problemas Sociales
Latinoamericano – Investigadora IPSIBAT (Unmdp-Conicet), Facultad
de Psicología, UNMdP.
2
Pacenza,
María Inés:
Planificación de
Trabajo Docente 2009, materia
Problemas Sociales Latinoamericanos, Licenciatura en Psicología,
Facultad de Psicología, UNMdP.
3
La idea de “concepto
límite” desarrollada por Manuel Garretón ha sido recientemente
retomada por Maristela Svampa en Cambio
de Época. Movimientos Sociales y Poder Político, Buenos
Aires, Siglo XXI, 2008.
4
Ver Sunkel, O
(comp.): El desarrollo
desde dentro: un enfoque neoestructuralista para la América Latina,
México D.F., Fondo
de Cultura Económica, 1991 y Sunkel,
O y Gligo, N,
Estilos de desarrollo
y medio ambiente en la América latina,
1980, entre otros.
5
El resultado de cada proceso
productivo sirve de punto de partida para un nuevo proceso desde
premisas diferentes al anterior. Como resultado tenemos no sólo
productos para el consumo sino una masa de medios de producción
acumulados, conocimientos y destrezas socialmente adquiridos,
particularidades en la organización social que determinan la
orientación de su reproducción y determinada disponibilidad de
recursos naturales más o menos afectados por la actividad humana,
además de una determinada forma de apropiación y uso del espacio.
(Ver para este tema: Lado, Silvana: “Estructura
Social Argentina: Algunas precisiones conceptuales para la
aproximación al análisis de Susana Torrado”,
en Lado, Silvana y Andriotti Romanín, Enrique (Comp.), La
Construcción Sociológica,
Departamento de
Sociología (Fac. de Humanidades-UNMdP) Ediciones Suárez, Mar del
Plata, marzo 2010. pp. 223-44. Colección Propuestas
de Sociología Título
1)
6
Desde el punto de vista del
capital podemos
distinguir dos aspectos: los mecanismos que aseguran la existencia
de trabajadores libres obligados a vender su fuerza de trabajo (FT)
como mercancía (diferentes en cada época histórica y tipo de
sociedad) y los mecanismos utilizados para costear la reproducción
de la FT minimizando la parte de ese costo que es asumida por el
capital (k). El
grado de apropiación del excedente social en cada situación
concreta está determinado por la magnitud del salario indirecto que
los capitalistas son capaces de trasladar a formas de producción no
capitalistas subordinadas o a los propios trabajadores (por ejemplo,
mediante el sistema tributario). Así la apropiación del excedente
alcanza no sólo a los trabajadores asalariados sino también a los
agentes dentro de los modos de producción dominados.
Cuando el análisis se sitúa en la óptica de las unidades
familiares debemos
tener en cuenta los comportamientos (socialmente determinados) a
través de los cuales los agentes sociales aseguran tanto su
reproducción biológica como sus condiciones materiales y no
materiales de existencia. Estos comportamientos se subsumen bajo el
término Estrategias
Familiares de Vida (EFV)
y están asociados con: la reconstitución de la FT familiar que se
consume en la obtención de los medios de subsistencia, el
mantenimiento de las FT durante períodos de inactividad y el
reemplazo generacional de los trabajadores (tres componentes del
costo de la FT). (Ver
para este tema: Lado, Silvana: “Estructura
Social Argentina: Algunas precisiones conceptuales para la
aproximación al análisis de Susana Torrado”,
Ibídem.
7
En la periodización de los modelos de acumulación se ha seguido
Rofman, Alejandro y Romero, Luis (1992) Sistema socio-económico y
estructura regional en la Argentina. Buenos Aires, Amorrortu
Editores, 1992 y Torrado, Susana: Población y bienestar en la
Argentina, del primero al segundo centenario. Una historia social
del siglo XX. Buenos Aires, Editorial Edhasa. Tomo 1, 2007.
8
Este desarrollo corresponde a Lado,
S. y Olivera, A. “Estrategias
de Autogestión, Ciudadanía y Representación: O la lucha por la
definición del “morador pleno” en un barrio marplatense”
Revista I+A Nº 11, Año 12, 2008, FAUD/UNMdP. I
9
Ibídem,
pp.11-12.
Las negritas no figuran en el original.