Skip to main content

Global Overview Magazine

Revista de actualidad política, religiosa, económica, social, cultural, científica y educativa con alcance internacional
ISSN 2618-1916

Por qué las teorías Keynesianas causan tanta revolución...y tienen hoy tanta vigencia

Por  Olga Mariela Januszewski

Contadora Pública especializada en riesgo crediticio
UADE
Profesora de Matemáticas Financieras
Es miembro activa de la FAAG (Federación de Asociaciones Argentino Germanas)



Más allá de que el señor Keynes es un personaje tan amado como odiado; cuestionado
como elogiado y fascinante por donde se lo mire; tal es así que su vida es digna de ser
contada en una biopic de Netflix: se constituyo en empresario del Teatro de Artes de
Cambridge; labor en la que puso gran entusiasmo ( cierto día en que el portero estaba
asusente se lo pudo ver a él mismo cortando las entradas en el hall; sentía fascinación
por la homoerotica; se casó con una bailarina rusa después de recorrer Taiwán;
público múltiples libros y perteneció a círculos literarios encumbrados elevados en
donde compartió espacio con personajes tales como Virginia Wolf y para colmo murió
de un infarto después de los problemas económicos acarreados por la crisis
económica. Si después de este resumen de su vida no te convences de que merece su
propia serie en una plataforma streaming; no se como puedo convencerte.


Pero veamos sus postulados para conocer más de su obra: la teoría Keynesiana que se
basa en la idea fundamental de que la intervención del gobierno puede estabilizar la
economía; aumentando los niveles de empleo y producción similutaneamente;
principalmente mediante el aumento del gasto público en periodos de desempleo. No
es casual que estemos trayendo esta teoría a nuestros días tal si tuviésemos la
máquina del tiempo para revivirla en el presente. El nacimiento de esta teoría nace en
1930 como una forma de entender e incluso superar la crisis desatada en aquel
momento a raíz del crack de la Bolsa tras el famoso jueves negro de 1929.


Hacia principios de los años 30 del siglo pasado el mundo entraba en una crisis muy
profunda, los niveles de desempleo y marginación se extendieron por la debacle
conocida como " La gran depresion" que; iniciada en Estadod Unidos, se dilato a
todo el mundo capitalista. Sobre este hecho es de indispensable lectura el libro de
John Steinbeck " Las viñas de la ira" tan polémico como transgresor que mereció el
premio Pulitzer de literatura en el año 1940 y nos introduce en la vida de las familias
campesinas; las cuales se ven obligadas a dejar sus campos en búsqueda de un futuro
mejor...o al menos intentarlo. Por aquel entonces reinaba en el mundo académico las
teorías de los denominados clásicos, expresión que Karl Marx usó para entender las
ideas de economistas como Adam Smith y David Ricardo; a los que Keynes sumará
los nombres de John S. Mill; Francis Edgeworth; Alfred Marshall y Arthur Pigou.


Entonces la teoría clásica intentaba explicar cómo asignar los recursos productivos; el
desempleo no era un problema a resolver y como mercados autorregulables; los
niveles de desempleo pronto serían reducidos por las mismas fuerzas que operan en el
mercado. Estos economistas pronto caen en descrédito puesto que se hace casi
imposible sostener dichas teorias ante la abrumadora realidad de la crisis. Ante este
dilema que irrumpe como un relámpago estruendoso en una noche apagada: qué hacer
entonces con todas las teorías escritas hasta ese entonces? Quedarían definitivamente
olvidadas en las bibliotecas y llenándose de polvo en algún estante o servirían solo
como nivelador de la pata de una mesa chueca? Se pueden reinventar estas teoría ante
una nueva realidad?


Es entonces donde irrumpe la figura de Keynes con sus teorías; casi como un héroe
moderno intentando resolver los paradigmas mundiales; quien impuso una nueva y
reveladora forma de pensar la economía capitalista instaurando un marco teórico que
trae aparejado una nueva mirada de la política. Nació así un paradigma diferente
hasta lo establecido en el momento que dominó la escena político - económico desde
el fin de la segunda guerra mundial y hasta principios de los años 70 conocido como
" la edad de oro del capitalismo"; pués la economía global atravesaba un crecimiento
sin precedentes en la historia.


La obra cumbre de Keynes fue editada en 1936 y titulada como "Teoría General de la
ocupación; el interés y el dinero" es la esencia de su contribución a la teoría
económica en general y es a partir de la cual se conforma como lo que hoy conocemos
oficialmente como la macroeconomía.


Se refiere a general ya que las ideas clásicas solo eran aplicables a un caso específico
dejando de lado un conjunto de experiencias las cuales debían ser detalladas y
analizadas en forma más específica. Con ella se ataca principalmente la idea del
supuesto pleno empleo; intentando demostrar que el sistema capitalista se desarrolla
en condiciones de alta fluctuación; donde la actividad no es pareja ni lineal, sino
altamente cambiante y que dicho pleno empleo solo sucede en determinados casos y
no es una situación permantente que se sostiene en el tiempo. Además la teoría es
global porque apunta a explicar el funcionamiento del sistema económico en su
totalidad y no analizar solo el ámbito de un mercado como lo hacia hasta entonces la
teoría clásica.


En este contexto de recesión y conflictividad social a raíz de la crisis económica
mundial desatada por la pandemia del Covid 19 en el mundo entero; donde vemos un
fuerte declive de la economía general e incluso un grave desaceleramiento de
economías potentes como EUA y la locomotora europea como la Alemana; sin
importar cual país realizó una cuarentena estricta o no ( países sin cuarentenas
extremas están atravesando una fuerte recesión, así como verán una fuerte caída en su
PBI agravado por la elevada cantidad de muertos; demostrando que no se ha logrado
subsanar ni la vida ni la economia) y con caídas tanto de la demanda como de la
oferta al mismo tiempo ( hecho inaudito en crisis anteriores, dado que generalmente
las mismas suelen originarse en la caída de uno de ambos hechos) gran parte de las
naciones en el mundo han decidido salir al auxilio de las poblaciones ( incluso
naciones que pregonan a vivas voces el libre comercio y el no intervencionismo
estatal a fin de que la " mano invisible " actúe por sí sola sin regular al zorro en el
gallinero) todo ello a fin de evitar una catástrofe social que arrastre al precipicio y
desacredite Gobiernos de alta reputación.

 Sin ir más lejos, Argentina ha tomado una fuerte posición al respecto a través de la entrega del denominado IFE ( ingresos
familiar de emergencia) por 10 mil pesos a un sector postergado de la población como
forma de ayuda de emergencia económica. Por otra parte a través del denominado
ATP ( programa de asistencia al trabajo y la producción) el cual apunta tanto a los
empleados formales del sector privado que trabajan en empresas altamente afectadas
por la pandemia como a los monotributistas. En el primer caso se les paga parte de su
salario y en el segundo se convierten en beneficiarios de crédito a tasa cero. De esta
forma el estado interviene con todas sus armas al rescate de sectores de sectores
económicos que sin la ayuda del Estado veríamos resentida su actividad en momentos
donde la economía se encuentra en base critica; esperando una vacuna una milagro y
aún mas; un milagro económico que conlleve una recuperación pronta.


Es cierto que la intervención estatal no es la única o la más perfecta de las soluciones
que puedan encontrarse dentro de una nación que pretenda desarrollarse tanto en lo
económico como en lo social ni aún menos en lo político. El paso fundamental es
lograr un balance o incluso un limite hasta donde colabora el estado con todas sus
maquinaria puesta al servicio de la sociedad ayudando en su progreso y no dejándola
caer al costado del camino en en estado calamitoso e incluyendo en su programa a
todos y cada uno de sus integrantes ( sean personas físicas con necesidades básicas
no cubiertas o empresas con ánimo de lucro pero con responsabilidad social que
contribuya siendo dadores de empleo) y hasta donde esté intervencionismo no se
convierta en presión monetaria y/o fiscal que absorba las funciones de sectores
independientes de la sociedad; que ello implique oligarca los mismo sin dejarlo
progresar en post de un desarrollo sano y sustentable para toda la sociedad.